Escribir un testamento
no es una tarea fácil, y no es por el hecho de que pasará con nuestros bienes y propiedades, sino porque estamos tratando de un hecho que
acontecerá después de que hayamos dejado de vivir.
Normalmente se puede creer que las personas de edad avanzada están
más preparadas para escribir un testamento,
aparentemente porque ya han tenido una vida en la que lo han experimentado
todo, en la que han logrado cumplir propósitos y porque las condiciones en las
que se encuentran no les permiten hacer muchas cosas.
Para los que padecen de una enfermedad y son jóvenes o de edad no
avanzada, escribir un testamento es
una experiencia muy dolorosa, creen que es una forma de aceptar que en un
tiempo ya no estarán mas entre los vivos.
Para los que es menos complicado escribir un testamento, es para los que lo hacen con el fin de prevenir que la
muerte toque a su puerta y no hayan dejado listas sus últimas voluntades.
Escribir un testamento es pensar después de la muerte para nadie es algo
sencillo.
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