Además de los bienes familiares como ahorros, automóviles y
propiedades, hay casos en que los fallecidos dejan como herencia una empresa
familiar. Para determinar cómo y quiénes la heredarán, se debe realizar un
documento denominado Protocolo Familiar.
Cada empresa familiar
tiene características diferentes. Por eso, antes de detallar los puntos de
interés y las condiciones de la herencia
en el Protocolo familiar, es
necesario debatir con tiempo de qué manera se seguirá adelante con el negocio
una vez fallecido el titular.
¿Cómo se lleva a cabo un Protocolo familiar?
Luego de acordar con el núcleo familiar los puntos más
importantes, se debe comenzar con la redacción del documento. Lo ideal es
hacerlo con tiempo para que, en el momento de ser elaborado, el dueño de la empresa familiar se encuentre en
posesión de todas sus facultades.
En cuanto al contenido, en el Protocolo Familiar se determinan aspectos como el nuevo gobierno,
gestión, control, régimen de acciones, resolución de conflictos y hasta las
condiciones de contratación de los familiares. Siempre se aconseja que el
heredero sea un familiar directo del fallecido para que la empresa siga siendo
manejada por el núcleo familiar.
Se debe tener en cuenta que la firma de un Protocolo familiar provoca la
inevitable modificación de otros documentos como, por ejemplo, las capitulaciones
matrimoniales, los testamentos particulares y los estatutos de la compañía.
Lo importante es que ante una situación tan poco agradable
como el fallecimiento de un familiar, un Protocolo
familiar puede allanar el camino y dejar en claro la voluntad del ser
querido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario